• 19 JUN 18

    Piercing en la boca: las consecuencias de ir a la moda

    Más de un tercio de las perforaciones orales provoca recesión de la encía, un problema que puede derivar en la pérdida de dientes

    Por ir a la moda o, por el contrario, marcar la diferencia. No importa la razón. Las consecuencias de ponerse un piercing en la boca son las mismas.  Según un estudio de ‘Dental Traumatology’, los piercings en labios y lengua provocan recesión gingival (pérdida de encía) y fracturas dentales en más de un tercio de los casos. Un problema que, de no tratarse, puede derivar en la pérdida de dientes.  


    La experiencia de quien lo ponga, los materiales utilizados, la higiene del procedimiento, los cuidados posteriores y el tiempo transcurrido desde su colocación son los factores de los que depende que un piercing oral pase de ser un mero adorno a un problema. 


    Tras su colocación, puede producirse inflamación, dolor, sangrado, infección o reacción alérgica al material; además de dificultad para hablar y masticar o alteración del sentido del gusto. Pero además, un piercing en la lengua tiene un mayor riesgo de hemorragia dada la multitud de vasos sanguíneos que hay en ella. 


    “Es un precio que estoy dispuesto a pagar”, diréis algunos. Eso es porque aún no conocéis las consecuencias de llevar un piercing en la boca a medio y largo plazo: 


    A medio plazo. Abrasiones, crecimiento excesivo del tejido cicatricial, pérdida de las papilas gustativas (depapilación), fisuras, pigmentaciones o úlceras. 


    A largo plazo. La placa y el sarro tienden a acumularse en el piercing. Esto provoca un aumento de las bacterias y la consiguiente inflamación de los tejidos de alrededor, propiciando la aparición de halitosis (mal aliento). Además, el microtraumatismo del piercing sobre la encía provoca retracción de la misma, por lo que el hueso que sujeta el diente puede verse dañado, aumentando así las posibilidades de que termine cayéndose. También provoca desgaste y fractura dental. 


    Si a pesar de sus consecuencias, sigues convencido de ponerte un piercing oral, desde Clínica Cervera te recomendamos que, al menos, te plantees cambiar su ubicación y elijas una zona del cuerpo más inocua y de menos movilidad.