• 03 JUL 20

    La limpieza dental profesional: mitos y verdades de la profilaxis

    Pese a ser uno de los tratamientos más conocidos y demandados, la limpieza bucal está rodeada de falsas creencias

    ¿Duele? ¿Raya el esmalte? ¿De verdad es tan necesaria? Estas son solo algunas de las dudas que aletean en torno a la limpieza dental profesional, también llamada profilaxis. Aunque es un tratamiento muy conocido, está perseguido por muchos mitos y falsas creencias. A continuación, vamos a desgranártelos. ¡Presta atención!


    1. La limpieza dental es dolorosa
      ¡Falso!  Hoy en día utilizamos aparatología avanzada que, en el peor de los casos, podría causar pequeñas molestias, pero no dolor. La excepción son los pacientes con encías inflamadas o muy sensibles, que podrían llegar a sentir algún dolor leve en momentos puntuales, pero incluso en estos casos puede aplicarse anestesia local si así lo desean.

    2. Raya el esmalte de los dientes
      En absoluto. Una profilaxis no desgasta el esmalte. El aparato de ultrasonidos produce agua con una frecuencia de ondas vibratorias que rompen el sarro de la superficie del diente sin afectar al esmalte. 

    3. Hay que hacérsela una vez al año sí o sí
      ¡No necesariamente es así! La periodicidad con la que debemos hacernos este tratamiento depende de nuestras características concretas y es el dentista quien debe indicarnos cada cuánto tiempo es recomendable hacérnosla. Dependiendo del riesgo individual, se recomienda un intervalo entre visitas de 3 meses a un año.

    4. Si sigo una buena higiene bucal diaria no la necesito
      ¡Error! La limpieza dental profesional es un tratamiento preventivo que debe realizarse aún teniendo una buena higiene oral todos los días. Hay zonas donde el cepillo de dientes no llega con eficacia, por lo que acumularemos placa bacteriana aunque nos cepillemos correctamente y con frecuencia. Además, si esta placa ya se ha convertido en sarro, la profilaxis será la única forma de eliminarlo.

    5. Sirve para tratar la periodontitis
      No. Sirve para prevenir las enfermedades de las encías, pero no para tratarlas una vez que han aparecido. Muchas personas confunden las higienes dentales con los raspados y alisados radiculares (mal llamados “curetajes”). Aunque ambos tratamientos son muy útiles para hacer frente a la enfermedad periodontal, juegan papeles distintos y se emplean en momentos diferentes.


    En definitiva, las limpiezas dentales son una herramienta de prevención fundamental para la salud de nuestra boca. Es importante que sea un profesional quien las realice y quien establezca la periodicidad con la que se deben llevar a cabo. 

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