¿Cuál es la medida justa del flúor?
Si su consumo es demasiado bajo, no nos beneficiaremos de sus efectos positivos, como la prevención de la caries y el refuerzo del esmalte; si es excesivo, podemos desarrollar fluorosis
Si tecleamos “flúor” en cualquier buscador de internet, obtendremos un sinfín de resultados con opiniones antagónicas sobre el consumo de este mineral. Así que, probablemente, tras leer algunos de ellos seguiremos sin tener una respuesta firme a la pregunta “¿es el flúor bueno o malo para los dientes?”. Desde Clínica Cervera te sacamos de dudas.
El efecto tóxico del flúor, como el de cualquier otra sustancia orgánica o inorgánica, depende de la cantidad que ingiramos. Por ejemplo, hoy nadie duda de las bondades de las vitaminas y, sin embargo, pueden causar enfermedades si las tomamos en dosis elevadas. Lo mismo ocurre con el flúor. Pero en el caso de este mineral, las dosis de efectos beneficiosos y tóxicos están muy cercanas.
• Si su consumo es demasiado bajo, no nos beneficiaremos de sus efectos positivos: la prevención de la caries y el refuerzo del esmalte dental.
• Si su consumo es excesivo, por encima de los 0,1 mg por kilo de peso corporal, podemos desarrollar fluorosis, que mancha los dientes en su forma más leve y puede destruir el esmalte en los casos más graves.
Por tanto, los beneficios del flúor para los dientes se encuentran en el término medio. ¿Cuál es esa justa medida? Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la dosis diaria recomendable es de 0,05 mg por kilo de peso.
¿Y dónde encontramos el flúor? En el agua y sal fluoradas, la gelatina, los pescados de mar (salmón, sardinas…) o el té. Pero la European Academy of Pediatric Dentistry (EAPD) afirma que para beneficiarnos del efecto anticaries del flúor debemos aplicarlo por vía tópica, esto es, a través de barnices, colutorios, dentífricos, geles, seda dental fluorada…
Cantidades de flúor indicadas por edad
En la odontología actual no podemos hablar de prevención de caries sin hacer referencia al flúor, si bien debemos andar con cautela para no pecar ni por defecto ni por exceso. Las recomendaciones específicas de aporte de flúor dependen de la edad y del peso, por lo que es aconsejable consultar con el dentista para saber qué dentífrico es el ideal para cada caso.