Es el hábito inconsciente de apretar y fregar los dientes entre sí. Existen dos tipos de bruxismo:
1- El bruxismo céntrico, que consiste en apretar los dientes sin movimientos laterales.
2- El bruxisme excéntrico, que consiste en fregar los dientes moviendo la mandíbula. Este segundo tipo es el más fácil de detectar porque este movimiento produce un sonido.
Este hábito se produce de forma inconsciente y casi siempre por las noches.
La aparición de los episodios de bruxismo suelen coincidir en el tiempo con épocas de estrés. Signos del bruxismo:
• Desgastes en los dientes ya sean en la zona por donde se mastica o erosiones en el cuello de los dientes. Estos desgastes son pérdida de esmalte exponiendo la dentina (la parte interna de los dientes) y a causa de esta exposición se puede notar dolor o sensibilidad cuando se beben líquidos fríos, calientes o incluso en el cepillado.
• Dolor o molestia muscular o articular, dolor de oído o dolor de cabeza producidos por la tensión muscular.
• Sonidos en la articulación del maxilar al abrir y cerrar la boca.
• Movilidad de alguna pieza.
Normalmente el tratamiento va dirigido a evitar los desgastes dentales y sobretodo a relajar la musculatura.
El tratamiento más importante es la creación de una férula de descarga, a medida del paciente, que nos permitirá durante la noche tener las mandíbulas en una posición adecuada para relajar la musculatura y una posición de la articulación más estable. También sirve para proteger los dientes y sus estructuras de soporte.
En casos más graves habrá que redirigir al paciente a un fisioterapeuta para conseguir la relajación de esta musculatura demasiado tensa. Y el profesional, después de hacer el tratamiento, enseñará al paciente a hacer unos ejercicios terapéuticos.